Olvídate de los brackets. Tus Moons mejorarán tu sonrisa en tiempo récord, de forma fácil y discreta.
Los brackets son herramientas clave en los tratamientos de ortodoncia que, más allá de embellecer la sonrisa, desempeñan un papel crucial en la salud bucodental. Usarlos no solo corrige problemas de mordida, desgaste dental y dolor en la mandíbula, sino que garantiza una mejor higiene oral. ¡Sigue leyendo para que sepas qué son y cuál es su función!
¿Qué son los brackets?
Los brackets, también conocidos como aparatos ortodónticos o frenillos, son pequeños dispositivos rectangulares que se adhieren de forma sucesiva a los dientes, con el propósito de corregir su alineación, posición, maloclusión dental y mejorar la mordida.
Cada bracket está diseñado para ajustarse a un diente específico y se conecta a través de un arco de ortodoncia metálico, el cual se mantiene en su lugar mediante ligaduras.
Existen diferentes tipos de brackets, según los materiales con que se fabrican:
- Brackets metálicos: son los brackets tradicionales, porque son más visibles y económicos.
- Brackets cerámicos: conocidos también como brackets estéticos porque, al estar hechos de materiales como la porcelana y el zirconio, se mimetizan con el color de los dientes.
- Brackets de zafiro: conocidos como brackets linguales o de zafiro, se colocan en la parte interna de los dientes y son prácticamente imperceptibles desde el exterior, aunque también son los más costosos.
- Brackets de materiales compuestos: al estar hechos con materiales como resina y plástico, se consigue adaptarlos al color de los dientes naturales.
Cada uno de estos aparatos dentales tienen varios componentes básicos. ¡Veamos cuáles son!
Componentes básicos de los brackets
Los aparatos de ortodoncia constan de diferentes piezas esenciales que, en conjunto, trabajan para mover los dientes de manera efectiva:
- Base: es la parte más ancha y plana del bracket, que se adhiere al diente con un cemento especial. La base tiene una malla que facilita la cimentación (colocación de banda metálica en los molares) y está curvada para adaptarse a la forma del diente. Su diseño cubre una gran superficie del diente y permite una fijación fuerte y duradera.
- Aletas: son pequeñas extensiones en los bordes del bracket que facilitan la colocación de las ligaduras que sujetan el arco. Estas estructuras reducen la fricción con la mucosa oral y mejoran la retención del aparato en el diente, evitando que se despegue. Su forma y tamaño varían según el diseño del bracket.
- Slot: es una ranura alargada ubicada en la parte central del bracket, entre las aletas donde se inserta el arco de ortodoncia. El tamaño y la forma del slot pueden variar según el tipo de bracket y el sistema de ortodoncia utilizado.
- Arco de ortodoncia metálico: es un alambre que tiene la forma de la arcada dental, conecta todos los brackets y provoca la fuerza necesaria para el movimiento de los dientes hacia la posición deseada.
- Ligaduras: son pequeñas gomas o bandas elásticas o de metal, que se colocan alrededor de los brackets para mantener el arco en su lugar.
- Gomas o elásticos intermaxilares: son elásticos o gomas adicionales, que el ortodoncista puede usar para conectar los brackets entre la mandíbula superior e inferior para corregir problemas de mordida.
Pero, si hay algo que los pacientes desean saber cuando vienen a la clínica dental es cómo se ponen los brackets.
Etapas en la colocación de los brackets
El tratamiento de ortodoncia tiene varias fases que intervienen en el proceso, las cuales varían según el caso o el tipo de tratamiento.
Diagnóstico del caso
En esta primera fase, el ortodoncista realiza una evaluación oral completa del paciente, donde observará la posición de los dientes, la relación entre las arcadas superior e inferior y el estado general de la boca. Para ello tomará impresiones dentales que le permitan una imagen detallada de la boca.
Luego creará los moldes dentales 3D y elaborará el plan de tratamiento adecuado para discutirlo con el paciente.
Preparación de la superficie dental
Cada diente se limpia a fondo y se trata con un adhesivo especial para garantizar la perfecta unión con los brackets.
Colocación de los brackets
Los brackets se adhieren a los dientes y se conectan entre sí a través del arco de ortodoncia. Este arco metálico aplica una presión constante y controlada, que estimula la reabsorción del hueso en las áreas donde se desea mover el diente y la formación de nuevo hueso en las zonas hacia donde se desplaza.
Los brackets facilitan la realización de varios tipos de movimiento de los dientes, como rotación, desplazamiento hacia atrás o hacia adelante, y ajustar la inclinación de los dientes. De esta forma se logra que el movimiento se lleve a cabo de manera gradual y precisa hasta alcanzar la posición deseada.
Según sea la complejidad del caso, el ortodoncista puede utilizar diferente tipo de ortodoncia, como bandas, tubos, gomas, elásticos, etc.
Revisiones periódicas
El ortodoncista realiza seguimiento del proceso y hace ajustes periódicos durante el tratamiento para asegurar que el movimiento de los dientes sea exacto y efectivo. Entre esos ajustes están:
- Cambios de alambres y arco de ortodoncia: conforme los dientes se desplazan, el ortodoncista irá cambiando el alambre y el arco dental por otros más gruesos o con una curvatura diferente para aumentar o disminuir la presión en determinadas zonas.
- Ajuste de los brackets: a veces es necesario adecuar la posición de los brackets para que la fuerza se aplique de manera correcta en los dientes.
- Colocación de bandas elásticas: las bandas elásticas son las pequeñas ligas de colores que coloca el ortodoncista para conectar los brackets superiores con los inferiores y corregir los problemas de mordida. Esto se hace con frecuencia para mantener la tensión adecuada.
- Retirada de brackets dañados: Durante el tratamiento, el ortodoncista revisa si algún bracket se desprende o se daña. De ser así, lo reemplaza para no interrumpir la efectividad del tratamiento.
Terminación del tratamiento de ortodoncia
Antes de la retirada de los brackets o alineadores, el ortodoncista puede considerar realizar algunos ajustes de perfeccionamiento, como nivelar las raíces para que todas estén parejas, ajustar la posición individual de algún diente y corregir posibles diferencias en la media central, de modo que coincidan las arcadas superior e inferior para que haya simetría facial.
Cuando el ortodoncista considera que se han logrado los objetivos del tratamiento en cuanto a alineación adecuada, que no hay espacios entre los dientes y la mordida es correcta, retira los brackets y alambres y el paciente pasa a la última etapa de retención.
Fase de retención
Una vez concluido el tratamiento de ortodoncia, es necesario utilizar retenedores para evitar que los dientes vuelvan a su posición original. En esta etapa, el ortodoncista determinará si es conveniente utilizar retenedores fijos o removibles y el periodo requerido para esta fase.
Es fundamental tener en cuenta que cada tratamiento de ortodoncia es particular y la duración puede variar dependiendo de la gravedad del problema, la edad del paciente y la actuación del paciente.
¿Cuál es la función de los brackets?
Los brackets y otros tipos de tratamientos de ortodoncia, como los brackets autoligables, la ortodoncia lingual o los alineadores invisibles, tienen funciones clave que contribuyen tanto a la estética dental como a la salud bucodental de los pacientes.
Entre las principales funciones y beneficios de los brackets están:
- Alineación de los dientes: al mover los dientes a la posición deseada, los brackets corrigen dientes torcidos o desalineados, lo que mejora la estética de la sonrisa.
- Corrección de mordidas: los brackets ayudan a corregir los problemas de maloclusión dental, como sobremordidas, submordidas, mordidas cruzadas y abiertas. Dependiendo del tipo de maloclusión, se ajusta el aparato dental para dirigir el movimiento de los dientes y los maxilares a la posición deseada.
- Espaciado: el tratamiento de ortodoncia ayuda a cerrar espacios interdentales, bien por diastemas, extracciones o por la pérdida de un diente. También permite crear espacios entre ellos, por ejemplo, para la colocación de un implante dental o según sea necesario para otros tipos de tratamiento.
- Funcionalidad: al corregir la alineación, apiñamiento dental y posición de los dientes, se mejora la función masticatoria y la pronunciación, además de prevenir problemas dentales futuros, como el desgaste desigual de los dientes y complicaciones en las articulaciones de la mandíbula.
- Estética: una alineación dental adecuada y la correcta posición de los dientes, crean una sonrisa más homogénea y atractiva, mejoran la simetría facial y contribuyen a un equilibrio estético en el rostro, lo que aumenta la autoestima y confianza del paciente.
- Salud bucodental: una buena alineación dental facilita la limpieza de dientes y encía, lo que reduce el riesgo de caries y enfermedades periodontales.
- Prevención: los brackets y los alineadores corrigen alteraciones en el desarrollo facial, previniendo maloclusiones futuras.
Por otro lado, es importante tener en cuenta que hay varios trastornos dentales que, si no se tratan a tiempo, pueden causar problemas graves.
Problemas que pueden surgir sin tratamiento
No seguir las recomendaciones del ortodoncista y no corregir, por ejemplo, una mordida incorrecta o el apiñamiento dental, puede derivar en complicaciones significativas para la salud bucodental, tales como:
- Enfermedad de la encía: la gingivitis y periodontitis pueden ser causadas por la mala alineación o el apiñamiento dental «cuando están demasiado juntos», ya que es más difícil limpiar adecuadamente las áreas afectadas, lo que ocasiona que la placa bacteriana se acumule y cause infecciones en la encía.
- Caries dental: cuando hay mala alineación o apiñamiento dental se crean áreas donde es complicado llegar con el cepillo o el hilo dental. Por lo tanto, estas zonas acumulan más placa bacteriana, aumenta el riesgo de caries dental y perjudica la buena higiene dental.
- Pérdida de piezas dentales: una mordida incorrecta puede provocar el desgaste desigual en el esmalte dental, así como exceso de presión en ciertos dientes. A la larga, esa presión adicional puede debilitar los dientes, haciéndolos más proclives a fracturas, a que se aflojen, se muevan y, en casos graves, a la pérdida de los mismos.
- Enfermedades periodontales: la maloclusión dental y el apiñamiento pueden contribuir al desarrollo de bolsas periodontales donde se acumulan bacterias que pueden destruir los tejidos que soportan los dientes, como son la encía y el hueso. Esto puede llevar a la pérdida de una o más piezas dentales.
- Dolor y malestar en la mandíbula: la maloclusión dental puede causar estrés en la articulación temporomandibular (ATM) y bruxismo, lo que puede generar dolor y malestar en la mandíbula.
- Desgaste del esmalte dental: la mordida incorrecta, el bruxismo y la fricción entre los dientes mal alineados contribuyen al desgaste del esmalte dental.
En resumen, los tratamientos de ortodoncia, entre los que están brackets y la ortodoncia invisible, no solo embellecen tu sonrisa, sino que también son esenciales para cuidar tu salud bucodental en general. Con la orientación de un ortodoncista, este tratamiento es efectivo y te proporciona resultados duraderos que mejoran significativamente tu calidad de vida.
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